martes, 1 de marzo de 2011

Reflexionando mi práctica docente

REFLEXIONANDO MI PRÁCTICA DOCENTE
Durante algunos años, introducirme en las aulas con la metodología que empleaba y que era la que había aprendido en la escuela formadora de docentes, me resultaba idónea, para los fines que perseguía y que eran además propuesta por el programa vigente PEP 1981, luego vino la reforma del PEP 1992 y me trajo nuevas alternativas aunque una diferencia en cuanto al sentido del papel del profesor, ya más como un guía o facilitador que como instructor y único poseedor del conocimiento y el enfoque que se incluía en el que se sugería la propia construcción del conocimiento de los alumnos, sin embargo alcance a tener resultados satisfactorios, pero también reconocí en un ejercicio retrospectivo, mis deficiencias, y las carencias de los propios alumnos de esa década.
En la reforma del PEP 2004 me sentí demasiado alejada de la metodología, del enfoque por competencias, las cuales no lograba ubicar como contenidos, como metas y como puntos de evaluación. Además de la nueva responsabilidad del profesor, el cual funge como mediador entre los alumnos y el saber, a partir de la planeación de situaciones didácticas en las que la intención de acercarlos al conocimiento de forma situada obliga a llevar a los alumnos a un hecho significativo que cobra relevancia a partir de los antecedentes previos que tienen los alumnos y su interacción con los nuevos conocimientos propuestos, resultaban demasiado alejados de mi forma de actuar y de pensar.
Ha sido necesario ir rompiendo de a poco los paradigmas que me acompañan y que se envolvieron como capas de cebolla en un caparazón duro que solo a base de reflexiones y de análisis se han podido ir develando, más no siempre deshaciendo.
He intentado muchos recursos, he fallado, me he topado con la incertidumbre, con niños, mis alumnos, desatendidos en sus necesidades básicas, he pretendido dar atención al pensamiento matemático, al lenguaje escrito con mayor preferencia y a pesar de eso, los niños no logran lo esperado por el programa, mucho menos por la RIEB o el plan sectorial 2007-2011.
Quizá intentar probar otra metodología, que por cierto considero definida ligeramente en el programa, puso en cuestión mis convicciones, sacudió mi intelecto, fracturó mi estructura de profesora, hizo que decayera mi espíritu y me sentí derrumbada, esperando saliera algo que me salvará. Los cursos de actualización, los diplomados en intervención pedagógica, o una primera maestría pienso, me ayudaron a entender un poco lo que a los alumnos les hacía falta y a recuperar mi función como enseñante intencionado bajo la consciencia mediadora, pero no fue suficiente. Continué fallando, decliné a favor de la comodidad y l rutina, me perdí en un mar de conceptos y definiciones que poco comprendía y mucho me exigía.
Entender los fines últimos de la educación, educar para la vida, enseñar a los alumnos a aprender a aprender, convivir con los otros y respetarlos y reconocerlos, abrir los espacios de responsabilidad hacia el entorno social y natural, etc. PLAN DE ESTUDIOS (2009) no habría sido posible si no reviso los documentos de los otros niveles, las consideraciones de la RIEB. Reconocer los cambios del sector educativo y sobretodo valorar las competencias como los contenidos a desarrollar en los alumnos, como la base del perfil de egreso de los estudiantes, como los propósitos de toda acción implementada en el aula y fuera de ella por la comunidad escolar, es lo que he podido ir construyendo en el trayecto de esta segunda maestría.
Ambas maestrías han llegado a mi vida como profesionista, para reformular mi trabajo, para rejuvenecer mi espíritu, para reintegrarme a la vida institucional, para reanudar acciones con empeño y con gusto por lo que hago.
Encontrarme con lecturas que despiertan mis sentidos hacia una nueva visión del aprendizaje por competencias, no simplemente como la incorporación de los contenidos del exterior, sino como un proceso de autoconstrucción de sí mismos VARGAS (2005), de transformación del propio sujeto como resultado de una acción mediadora entre él mismo y el objeto de saber, o de un agente externo que intencionalmente contribuye a que se apropie de ese contenido.
Comprender que el ser humano aprende de una u otra forma y que lo aprendido le permite comprender otras realidades, y que eso ya es un aprendizaje significativo, conlleva a revisar mis prácticas, a no renegar de algunas que pensé equivocadas o erróneas, sino a darles su justo valor, ante los alumnos sobre todo, ya que hay quien requiera de un estilo o ritmo de aprendizaje que tal vez de forma inconsciente yo se lo he propiciado, siempre y cuando haya logrado situar el aprendizaje en el interés de los alumnos, no importa el espacio o el tiempo, importa cuán involucrado esté el alumno con lo que hace, con lo que observa, con lo que comunica, importa además, cuan involucrado esté el maestro intentando que sus alumnos se mantengan en situación de aprender, de luchar con el conocimiento pasado. BROUSSEAU (1982).
A partir de la situación didáctica planeada en las semanas pasadas, pude comprender muchas cosas respecto del trabajo con los alumnos, una por ejemplo es que la incorporación de las TIC en el campo educativo, que llegué a considerar como muy necesario en estos tiempos, no es suficiente, es incluso a veces inconveniente, GALLEGO y colaboradores (2003), porque hay que cambiar de concepciones sobre cómo aprenden los alumnos, hay que aprender y enseñar a comprender y a expresar los lenguajes audiovisuales, a organizar la información y a sistematizarla y emplearla pertinentemente. Hay que revisar nuestros conocimientos y las intenciones que sobre el uso de las TIC, tengamos hacia los alumnos.
Igualmente comprendo, después de éste ejercicio de revisión del video, que las situaciones didácticas planteadas, deben ser más específicas y concretas, accesibles al tiempo de los alumnos. No siempre las evocaciones permiten traer a la mente toda la información obtenida en los primeros momentos del acercamiento al objeto de conocimiento, y no siempre a los alumnos les interesa recuperar la información que el docente considera importante.
Ponerse en el lugar del otro, es un ejercicio que va bien con el proceso de enseñanza y aprendizaje, porque es corresponder a los alumnos con los que trabajamos, es como el panadero, siempre busca la mejor receta y los mejores trucos para que el pan resulte delicioso. Pero eso lo hace con la práctica y con los consejos de los expertos, pero sobre todo cuando lo saborea y puede definir si ha sido bueno o no el resultado.
Considero que los docentes tenemos también esa oportunidad, de probar, nos dan una receta (programa) y nos dan técnicas (metodología), lástima que a veces los alumnos pagan las consecuencias, pero si hacemos revisiones como la del video y reflexiones que nos ayuden a disminuir las probabilidades de correr riesgos y afectar a los niños, podemos además proveernos de ideas inteligentes que alienten la actividad de enseñanza y de aprendizaje para ambos.
Para ello la planeación por proyectos en la que los alumnos y maestros planean, desarrollan y evalúan su acercamiento a un objeto de estudio es un buen comienzo, por su parte la planeación de situaciones didácticas que propone Brousseau y que recupera Mabel Panizza (s/f) en la que se reconocen momentos a didácticos, en los que se actúa con el objeto de estudio, se manipula, se le hacen preguntas, etc., y luego se pueden formular situaciones de acción en las que se enmarca un problema o consigna sobre el objeto, a dichas preguntas y posibles respuestas se propone una siguiente situación en la que se evidencia ante el resto del grupo lo que se ha construido, para validarlo o rechazarlo y seguir promoviendo respuestas y soluciones. Los alumnos, alentados por el maestro, quien les ayuda a corroborar su grado de acercamiento al saber socialmente construido, llegan a un momento de institucionalización, algo fundamental en nuestra práctica docente.
Me gustan las oportunidades de aprender junto a los alumnos, cuidar de seleccionar la metodología correcta para cada campo del saber, hasta ahora alcanzo a entender que no todo se aprende ni se enseña de la misma manera, cada conocimiento tiene su metodología específica y eso viene implícito en el programa y no lo había podido leer así. Con el ejercicio del cuadro de metodologías, pude valorar las distintas aspiraciones que según los campos formativos dan preferencia a la resolución de problemas, a las situaciones de evocación, narración, diálogo, o al pensamiento reflexivo, etc.